martes, junio 26, 2007

Pos como no

CUITLATLÁN

Política y no económica sería la negociación en torno al Lydiagate

Fermín Alejandro García

La posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) exonere al gobernador Mario Marín en el caso del Lydiagate hace suponer que posiblemente atrás hubo una negociación para llegar a ese desenlace. Se ha especulado que legisladores priistas habrían condicionado la reforma fiscal a cambio de que se beneficie al gobernador de Puebla. Sin embargo, algunas voces en el tricolor señalan que eso es poco probable, el acuerdo en cuestión habría sido en el orden político y en específico, sobre la posibilidad de que nuevamente se faciliten las cosas para que el PAN arrase en las elecciones de la entidad poblana.

Es decir, que ocurra lo mismo que el año pasado. En 2006 los legisladores federales panistas evitaron que en la Cámara de Diputados se iniciara un juicio político contra de Marín con el pretexto de que primero se esperaría el fallo de la SCJN. Con ello, se habría negociado que el PAN pudiera ganar sin dificultades las elecciones federales.

Dicha versión se hizo creíble debido a que el día de las votaciones se ordenó a los operadores del PRI concentrarse en las oficinas del tricolor y permanecer ahí todo el día. De esa manera se les controló y evitó a que salieran a buscar movilizar a los votantes a favor de los candidatos priistas.

Ahora, pese a que el PRI está abajo en las encuestas frente al PAN, de nueva cuenta se nota que en el tricolor priva el marasmo, que no existe mucho entusiasmo y que no se están diseñando estrategia que pudieran llevar a este partido a frenar la llamada ola azul. Ello, pese a que se tiene claro que si el albiazul avanza en conquistar los principales centros urbanos del estado y la mayoría en el Congreso, tendría el camino allanado para que gane la gubernatura dentro de tres años.

Quienes creen en la posibilidad de este escenario parten de los siguientes considerados:

La reforma fiscal propuesta por el presidente Felipe Calderón en caso de no ser aprobada no significaría la quiebra del gobierno federal, pues actualmente el déficit fiscal es manejable, están bajas las tasas de interés y son altas las reservas económicas. En cambio lo que sí descarrilaría a la economía nacional, y no sólo de México, es que hubiera una abrupta caída del precio internacional del petróleo.

De hecho sí observa con cuidado, en el lenguaje de los altos funcionarios del gobierno federal se habla del tema como una “nueva política hacendaria” y se procura no usar la palabra “reforma”, ya que al final de cuentas lo que presentó Calderón al Congreso es más una reforma fiscal que un cambio trascendente al sistema tributario mexicano. Y esa propuesta no necesita hacer amarres muy fuertes con el PRI.

En cambio Calderón sí es un presidente urgido de avanzar en los político y Puebla estaría entre los proyectos prioritarios del PAN, ya que para este partido es fundamental avanzar en el sureste mexicano, sobre todo luego de que perdió la única posición importante que tenía: el estado de Yucatán.

Avanzar en el estado que es la puerta del sureste, tal como se le considera a Puebla, es algo fundamental para el PAN si se parte del principio que este partido necesita tener presencia en la región del país en donde está cimentada la fuerza de AMLO.

A diferencia de sus dos antecesores en el cargo, Ernesto Zedillo y Vicente Fox, que eran mandatarios políticamente débiles, Felipe Calderón quiere mostrarse como un presidente fuerte en lo político y para eso necesita que su partido avance en la obtención de nuevas gubernaturas y una de ellas, sin duda es la de Puebla.

No todo está decidido en la Corte

Pese a que se ha filtrado que la mayoría de los ministros de la corte estarían en la posibilidad de no apoyar el proyecto de su homologo Juan Silva Meza –quien presentará el proyecto de resolución al pleno de la SCJN en el cual pediría juicio político contra Mario Marín–, quienes saben del comportamiento del máximo tribunal del país señalan que nada está definido.

Una prueba de ello es que en dos ocasiones anteriores los ministros han tomado decisiones diferentes a los que se pronosticaba acerca del Lydiagate. La primera fue cuando todos suponían que la corte decidiría no aceptar el caso, y finalmente lo aceptó.

La segunda ocurrió cuando se decía que ya iba a resolver favorablemente al gobierno del estado, y acabó ordenando una segunda investigación de este asunto.

Algunos suponen que así como se supo que Felipe Calderón habría influido en la Corte para que se diera marcha atrás a la Ley Televisa, ahora no sería difícil que desde los Pinos se busque influir entre los miembros de la SCJN para orientar el fallo sobre el caso Marín–Cacho.

Pero también se tiene la percepción de que los integrantes del pleno de la SCJN intentarán dar muestras de que no se dejan presionar por las fuerzas del PRI, y que tomaría resolutivos adversos tanto en el caso de Mario Marín como en expediente del gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz.

Lo cierto es que ayer en el salón de plenos de la Corte se vio a la periodista Lydia Cacho con un buen semblante, con un aire fresco, confiada de que todo saldrá bien a su favor. Aunque para ser realistas, independientemente de lo que decida la SCJN, ella con todo lo que ya ha pasado es la gran ganadora de todo este periplo y el perdedor es el mandatario estatal, cuya imagen y popularidad se vino abajo.

En cambio, quien se veía inquieto, inseguro, nervioso, era al consejero jurídico del gobierno del estado, Ricardo Velázquez.

Y como siempre, quien acaba cometiendo dislates es la procuradora de Justicia, Blanca Laura Villeda, quien se dejó apantallar por el ex alcalde Luis Paredes, quien se apareció en la sala de la SCJN y logró que la funcionaria entrara al recinto agarrada del brazo del ex edil.

Humo blanco en Teziutlán

Al medio día de este lunes, en el hotel Camino Real, se reunieron con el presidente del PRI, Valentín Meneses Rojas, un grupo de cuatro empresarios de Teziutlán, el delegado del PRI en ese municipio y el ex diputado local Jorge Camacho Foglia, y ahí se acordó que éste último será el candidato de unidad a alcalde de dicho municipio.

Camacho Foglia ya había buscado en dos ocasiones ser el candidato del PRI a edil, pero lo habían “sacrificado”. Ahora ya se le hizo.

Aunque Camacho Foglia tendrá que transitar por un camino espinoso, no solamente por que el PAN tiene posibilidades de ganar esa plaza, sino por el descrédito en que metió al PRI el actual edil de ese municipio, Carlos Peredo Grau.

Por cierto, algunos de los empresarios que ahora lo apoyan, en el pasado estuvieron del lado del partido Convergencia, mismo que hace cinco años gobernó Teziutlán y los resultados que ofreció fueron desastrosos.

Mensaje de sta semana