lunes, octubre 16, 2006


Protesta en Wal Mart organizada por la resistencia civil creativa de López Obrador
Lesly Mellado May



Manifestantes simpatizantes de López Obrador en Wal Mart sucursal San Manuel invitaron a boicotear las tiendas de este grupo y los productos de las empresas que apoyaron a Felipe Calderón / Foto: Rafael García


Simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador protestaron ayer en Wal Mart sucursal San Manuel como parte de la resistencia civil creativa, hecho que generó aplausos pero también enfrentamientos verbales y jaloneos que provocaron la llegada de una decena de policías municipales, sin que el incidente pasara a mayores.

“Es un honor estar con Obrador” y “Felipe entiende, la gente no te quiere” fueron las consignas emitidas por los manifestantes frente a las cajas del supermercado al que acusaron de dañar al pequeño y mediano comercio nacional.
Además de las pancartas donde se hacía referencia a los abusos de la tienda de autoservicio, los lopezobradoristas pusieron en el piso una fila interminable de productos que, dijeron, deben ser boicoteados por dañar a la salud, pero también porque los dueños de las empresas que los elaboran financiaron la campaña de odio contra el candidato presidencial de la Coalición por el Bien de Todos.
Los quejosos entraron sin problemas a la tienda como cualquier cliente y se formaron en las cajas. Ahí comenzaron a colocar en el piso pan, refrescos, papel higiénico, papas fritas, galletas y lácteos, entre otros, mientras por un altavoz se daba a conocer que era una acción de la resistencia civil creativa.
Los empleados del supermercado no ocultaban la sorpresa, y sin saber qué hacer miraron cómo los productos de empresas trasnacionales eran colocados en el piso, mientras los clientes se dividían en dos bandos: quienes les aplaudieron y quienes empezaron a insultarlos.
“Wal Mart sí es un peligro para México” y “Suecia y Noruega castigan a Wal Mart, Fox en México se amafia con ellos”, rezaban algunas de las pancartas de la manifestación que trataron de aplacar sin éxito algunos trabajadores. Una empleada de cuerpo menudo se acercó a uno de los quejosos para reprocharles por “el desorden”; de inmediato le empezaron a decir que los dueños del supermercado la explotan con largas jornadas de trabajo, le dan un salario de miseria y no le permiten organizar un sindicato. La mujer solamente guardó silencio y dio unos pasos hacia atrás.
El hecho que encendió los ánimos fue cuando un hombre empezó a insultar a una de las manifestantes: “Váyase a trabajar”, le gritó. La mujer le explicó que los mexicanos no están dispuestos a quedarse callados ni aceptar el fraude electoral. El hombre le arrebató la pancarta y su niña empezó a llorar. Las palabras subieron de tono hasta llegar a las mentadas de madre.
Los trabajadores de Wal Mart se quedaron mirando la manifestación sin tratar de intervenir, pues se hubo enfrentamientos verbales entre los clientes del supermercado, en su mayoría de condena a los activistas.
¿Van a estar mucho tiempo?, alcanzó a preguntar un empleado joven quien prefirió mantenerse a distancia al escuchar los gritos de la gente que no está de acuerdo con los simpatizantes de López Obrador.
Entre las consignas de “Obrador aguanta, el pueblo se levanta” y “Felipe Calderón no pasará, no pasará”, se escucharon gritos contra el gobernador poblano: “Fuera Marín, fuera Marín”.
Ya casi terminada la protesta que no rebasó los 20 minutos, el hombre que había arrebatado la pancarta a una de las manifestantes llegó acompañado por un grupo de policías municipales.
Cuando le preguntaron quién lo agredió, el hombre buscó entre los activistas, pero no pudo identificar a nadie: “Ya se fueron porque son unos sacones”, dijo y siguió despotricando en contra de quienes piensan diferente a él, contra quienes denuncian que hubo fraude electoral el pasado 2 de julio y que protestan por la intervención de grandes empresarios a favor de Felipe Calderón.
Hombres y mujeres, jóvenes y adultos abandonaron el supermercado para recibir la última dosis de insultos. Una mujer clasemediera comenzó a gritarles: “Son pobres porque no trabajan; pónganse a trabajar”.
“Trabajamos y leemos señora; lea para que se entere de lo que pasa en el país”, fue la respuesta de los lopezobradoristas que le dieron la espalda mientras ella seguía con sus palabras altisonantes.
Tras la salida de los manifestantes, los empleados de Wal Mart recogieron los productos del piso: “Llévense todo por departamentos para que nos cueste menos trabajo acomodarlo”, dijo uno de los supervisores. En menos de cinco minutos borraron todo rastro de la resistencia civil creativa.

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