viernes, mayo 25, 2007

Dicen que Robles y el PAN lo protejen

Estrictamente personal
Raymundo Riva Palacio
25 de mayo de 2007

Las redes de Ahumada

La verdadera historia política detrás de Carlos Ahumada da señales de querer emerger en su totalidad, pero es difícil por cuántos actores están involucrados

Carlos Ahumada, el empresario construc tor que se decía prisionero político de Andrés Manuel López Obrador, no ha dejado de estar presente en la opinión pública. El domingo pasado reapareció indirectamente en una entrevista que publicó el Diario de Xalapa a Alfonso Alonso Reyes, quien se encuentra preso hace tiempo en un reclusorio local y que afirma tener videos que lo involucran con una gran parte de los mayores personajes políticos del anterior y actual sexenio. La historia de Alonso Reyes, aunque pública por primera vez, no es nueva. Él ha señalado en varias ocasiones que fue uno de quienes videograbó a los políticos en las oficinas de Ahumada, pero hasta la fecha no ha entregado nada a nadie. De cualquier forma, hoy, como cuando se inició la temporada de videoescándalos en marzo de 2004, la mala conciencia vuelve a tomar como rehén a la clase política mexicana.

Sin embargo, los videos, ya sean los 38 que dice tener Alonso Reyes, o con los que se quedaron sus técnicos de informática que pusieron a la venta en el mercado después de la elección presidencial, o los mil 200 que tiene su familia escondidos, no mostrarían el poder político que, a cambio de dinero, acumuló Ahumada. Hay empresarios, banqueros, magistrados y políticos de todos colores y sabores a los que él compró o utilizó de puente para hacer negocios, en un mecanismo muy aceitado que le funcionó perfectamente hasta que se metió en medio de la guerra en el PRD por la candidatura presidencial. La persecución de López Obrador contra él cortó el financiamiento a la ex líder nacional del partido, Rosario Robles, cabeza de playa de su adversario Cuauhtémoc Cárdenas, pero no liquidó la cadena de colusiones con la clase política mexicana.

Ahumada era un constructor que con el dinero en la chequera jugaba como operador político. Audaz, tenía un eficiente modus operandi. Se metió a comprar equipos de futbol no sólo porque le gustara el deporte, sino por ser un negocio redituable. Adquirió el Santos, de Torreón, y le ofreció al entonces gobernador Enrique Martínez construir un estadio con más capacidad que, a la vez, fuera un centro de convenciones y entretenimiento, con lo que atraería turismo, comercio y derrama económica. Al entonces gobernador de Oaxaca, José Murat, le propuso comprar un equipo de futbol para llevarlo a esa entidad y generarle lo mismo que después prometería a Martínez. En ningún caso prosperó, uno porque se atravesaron sus problemas políticos con López Obrador, y el otro porque no se convenció de sus bondades.

Lo que él pedía a cambio siempre eran obras. Los priístas eran más difíciles de convencer, algo que fue ratificando ante la facilidad con la cual los perredistas, particularmente los cercanos a Robles, fueron cayendo con el paso de los años. Ahumada no conoció a Robles cuando era jefa de Gobierno, sino en calidad de presidenta del PRD, desde donde lo impulsó a que delegados, que políticamente debían responder a López Obrador, que era su jefe de Gobierno, beneficiaban económicamente a Ahumada, entregándole las obras municipales.

Varios delegados sobresalían en la lista de sus cercanos: los de la Gustavo A. Madero, Francisco Martínez Rojo, por cuyos delitos de defraudación el empresario se fue a la cárcel, y que se encuentra prófugo, y Octavio Flores; Carlos Imaz, de Tlalpan, y protegido de Robles desde que era dirigente estudiantil; Fátima Mena, ex delegada en Tláhuac, y cuya carrera se oscureció cuando no pudo responder con eficacia las imputaciones de corrupción; Miguel Bortolini, ex delegado en Coyoacán, que está siendo sujeto de investigación judicial hoy en día, y vinculado a Robles por su trabajo sindical; Leticia Robles, ex delegada en Álvaro Obregón, que también fue defenestrada, pero que mantiene ascendencia en esa demarcación a través de su esposo que es, convenientemente, secretario de Obras, y de su hermano, que es coordinador de asesores del delegado; y Armando Quintero, vieja relación de Robles desde que militaban en el sindicato de la UNAM, donde beneficiaron a sus amigos -no sindicalizados con departamentos-, que era delegado en Iztacalco y uno de los que gozaron de los VTP de Ahumada a Las Vegas, hoy secretario de Transporte en el Distrito Federal.

La lista de las redes de Ahumada incluyen a Higinio Martínez, un rosarista ex delegado de Texcoco que siempre le pedía dinero para la feria anual, que hoy es líder perredista en el congreso mexiquense; Ulises Ramírez, quien era presidente municipal de Tlanepantla; Miguel Ángel Luna Meza, que era presidente municipal de Chalco; y Alberto López Rosas, ex presidente municipal de Acapulco, y a quien el gobernador Zeferino Torreblanca ha defendido de ser investigado.

Pero dentro del PRD, ningún gobierno estuvo más relacionado con él que el de Lázaro Cárdenas en Michoacán, donde los vínculos más estrechos los tenía con Alfonso Solórzano, quien era secretario de Obras y hoy diputado, y Humberto López, quien era el tesorero en el estado. Dinero era más importante que ideología, por lo cual, fuera del PRD, la red más sólida de Ahumada la tenía con el PAN, en particular en Guanajuato. El empresario se entendía con el ex gobernador Juan Romero Hicks, hoy director de Conacyt, y cuando no, atendía sus necesidades el entonces secretario de Gobierno y hoy mandatario en la entidad, Juan Manuel Oliva. En León, de cuyo equipo de futbol también era propietario, tuvo siempre los favores de dos presidentes municipales, Ricardo Alanís y Luis Ernesto Ayala, cultivando una zona que le permitiría el ingreso directo a Los Pinos, a través sobre todo del finado secretario de Estado Ramón Martín Huerta, de los hermanos del ex presidente Vicente Fox y de los hijos de Marta Sahagún, quienes también son estrellas en algunos videos.

Ahumada sólo dio a conocer unos cuantos videos con personajes ligados a López Obrador, señalando que "puso su granito de arena" para que no fuera presidente. Nunca dio a conocer los videos de altos políticos del PAN, algunos aún en el poder, o de políticos relacionados con Robles, salvo uno de daño limitado del ex delegado Imaz, consecuencia sólo de la traición a su mentora. Varios de ellos los ocultó por el temor que hubiera una represalia en su contra. Aguantó y el gobierno de Vicente Fox le pagó con protección. Hoy, esa red sigue protegiéndolo. Es más fácil; está libre. Está más amarrado. La procuración de justicia capitalina tiene actualmente la ascendencia de sus cercanos, y en otros tribunales la influencia de Robles sigue siendo amplia. Tienen tentáculos y rencores. Pero no van solos. Los anticuerpos están comenzando a operar, y el horizonte es el mismo por el cual comenzó todo el episodio Ahumada, el poder, para 2009 y para 2012.

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