jueves, febrero 08, 2007

Va de Nuez

LA CONSTRUCCIÓN DE LA CONVENCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA EN PUEBLA

Introducción

Como respuesta al fraude electoral cometido el dos de julio de 2006 contra el pueblo de México por la derecha, en contubernio con las instituciones que no cumplieron con los fines para los que fueron creadas, miles de mexicanos constituimos el 16 de septiembre de ese año la Convención Nacional Democrática (CND), con el fin de disponer de un instrumento capaz de organizar la lucha ciudadana empeñada en el cumplimiento del proyecto alternativo de nación que nos unió en la campaña electoral donde postulamos a Andrés Manuel López Obrador como candidato a la Presidencia de la República.

Pero el fraude electoral no nos arrebató la victoria, pues el mismo 16 de septiembre en el Zócalo de la capital del país, el pueblo mexicano agrupado en la CND y en ejercicio pleno de la soberanía que le otorga el artículo 39 de la Constitución, proclamó a Andrés Manuel López Obrador presidente legítimo de México y más tarde, el 20 de noviembre, le dio posesión de la Presidencia de la República. De ahí que una de las tareas prioritarias de la CND, sea el apoyo permanente al gobierno legítimo de México encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

Desde el momento de proclamar presidente legítimo a Andrés Manuel López Obrador, el movimiento ciudadano encontró nuevas condiciones políticas para su acción pues si bien dejó de tener candidato, tuvo desde ese momento un presidente legítimo que encabeza la tarea histórica de refundar al Estado Mexicano convocando a un Congreso Constituyente e instituir la Cuarta República, tarea que sólo la lucha social sabrá cumplir cabalmente.

Pero no basta tener la razón para triunfar, es también indispensable luchar todo el tiempo para alcanzar el triunfo, de ahí nuestra decisión de organizarnos y convocar a los ciudadanos a organizarse para construir un país distinto a todo lo que es y representa el neoliberalismo. A la CND, en tanto organismo ciudadano, le corresponde emprender las acciones que demandan la defensa y cumplimiento de los derechos ciudadanos, violentados más de una vez por una legalidad que criminaliza al movimiento social y a las actividades políticas de la población que no acepta más imposiciones ni engaños.

Esto significa participar de lo político, lo que significa ejercer el poder desde fuera del gobierno, el poder que el movimiento ciudadano posee; a diferencia de la política, concebida como la actividad dirigida a obtener el poder del gobierno por la vía electoral y que, por consiguiente, pertenece al ámbito de los partidos políticos.

Durante el proceso electoral que culminó el dos de julio de 2006, el movimiento ciudadano participó tanto en la política como de lo político. Empezó por tratar de ganar el poder del gobierno participando en el proceso electoral con un entusiasmo y decisión pocas veces vistos; sin embargo, el aparato gubernamental y las instituciones al servicio de la oligarquía financiera, lograron que la derecha conservara el poder del gobierno. Ante esos hechos, millones de ciudadanos reconocieron que hay un poder distinto al gubernamental, un poder alterno, el poder que edifica y ejerce el movimiento ciudadano, que al organizarse construye una nueva cultura política que pone en evidencia la impotencia estratégica del modelo neoliberal para mejorar el bienestar de la población, pero que sobre todo reconoce que otro mundo es posible si los ciudadanos luchamos organizadamente por construirlo.

A través de la CND los ciudadanos de todo el país reivindicamos nuestra participación de lo político para ejercitar el poder que tenemos. De ahí que nuestra actividad no se rija por los tiempos de los procesos electorales, pues participamos cotidianamente en el ejercicio del poder ciudadano con la convicción de que eso no nos hace políticos profesionales sino ciudadanos que ejercemos en todo momento nuestro derecho a cambiar el mundo.

Por eso, la CND es un espacio ciudadano para ejercitar lo político, aun y cuando no rechazamos participar en los procesos electorales. Sin embargo, nuestras actividades no pueden reducirse a lo electoral, pues nuestras tareas tienen que ver también con la construcción de una sociedad política radicalmente distinta de la que hoy descansa en la democracia representativa y en un sistema de partidos inoperante, que impide el desarrollo de una sociedad democrática y participativa.

Desde el nacimiento del movimiento ciudadano en lucha contra el desafuero de Andrés Manuel López Obrador hasta el momento, quienes detentan el poder no han podido arrebatarnos la esperanza de construir un Estado distinto al neoliberal; donde prevalezca la economía solidaria que permita el crecimiento, se generen empleos bien pagados, se erradiquen las causas estructurales que ocasionan la pobreza: un nuevo Estado, en fin, donde los ciudadanos se mantengan en permanente movimiento para derrotar a la derecha y a su proyecto excluyente y autoritario que jamás ha compartido el pueblo de México.

Por eso, con justa razón podemos decir que los ciudadanos hemos inflingido una importante derrota al neoliberalismo, porque si bien en ese régimen todo está ordenado para evitar que los ciudadanos participen de lo político y reducir éste a la política electoral, hoy en cambio, junto con Andrés Manuel López Obrador los ciudadanos hemos reivindicado la actividad de lo político como el ejercicio cotidiano del poder ciudadano.

II. LA CND EN PUEBLA. SUS PRINCIPIOS

El 20 de enero de 2006, cientos de ciudadanos del estado de Puebla, de cara al futuro que comenzamos a labrar junto con Andrés Manuel López Obrador, decidimos libremente constituir la Convención Nacional Democrática en Puebla (CND–P).

Lo hicimos porque no nos sentimos representados en los partidos políticos –aunque respetamos a los ciudadanos que militan en ellos– y, por supuesto, nuestra visión de la sociedad que anhelamos de ninguna manera coincide a la que ofrecen los gobiernos del PAN y del PRI.

Somos los sin voz, ni rostro. Nuestras ocupaciones, percepciones, conductas y acciones expresan la heterogeneidad y riqueza de la pluralidad cultural que caracteriza a la sociedad mexicana. De ahí que nuestras formas de organización y lucha, tanto como la formulación de las demandas y reivindicaciones que levantamos quienes formamos la CND–P, sean diametralmente distintas a las de los partidos políticos, aunque, sin duda, en distintos momentos vamos a confluir en un sólo camino por largos trechos. La unidad forma parte de nuestras convicciones y es una de nuestras tareas prioritarias.

Creemos en los principios de igualdad, solidaridad, justicia, honestidad, integridad, equidad y respeto a la pluralidad. Estos principios guían nuestras actividades y conductas, por lo que exigimos que los integrantes de la CND–P, sean devotos practicantes de esa convicción.

Quienes integramos la CND–P, reconocemos como autoridad soberna del movimiento ciudadano a la Convención Nacional Democrática, por lo que habremos de acudir a sus convocatorias y cumplir con todos sus acuerdos.

Refrendamos el compromiso de fundar la IV República, esto es, construir las instituciones y la normatividad que den soporte a la soberanía popular, que obliga a los funcionarios gubernamentales a acatar el mandato popular, única fuente de legitimidad del poder.

Entendemos que la soberanía radica en el pueblo y que éste tiene la facultad de ratificar o rectificar el mandato a los gobernantes; nunca más un Estado ajeno a su fuente de poder. Queremos legitimidad de todos aquellos que ocupan cargos de elección popular. Por esa razón declaramos espurio el gobierno de Felipe Calderón y reconocemos como presidente legítimo a Andrés Manuel López Obrador.

No descartamos participar en diversos frentes de lucha electoral, laboral, vecinal, sectorial o popular, ya sea en nuestros centros de trabajo, de estudio o en nuestros lugares de residencia.

Asimismo, concebimos que lo electoral tiene tiempos y ritmos propios; en los procesos electorales, nos reservamos el derecho de apoyar a los ciudadanos que reúnan el perfil que deseamos de nuestros candidatos que compartan nuestros principios y el programa de la CND–P.

En tanto formamos parte del movimiento ciudadano, nos asumimos como una opción real de poder en la entidad, que tiene propuestas propias y capacidad para llevarlas a cabo.

La construcción de la democracia es tarea común que requiere del concurso de todas y todos en todo, de ahí que proclamamos nuevas formas de relacionarnos entre los iguales, siempre con dignidad y respeto, para lo cual requerimos y construiremos una comunicación contrahegemónica. Por esa razón, nos sentimos comprometidos a definir una agenda para Puebla y llevarla a la práctica con el apoyo del movimiento ciudadano, lo cual nos exige organizarnos y promover la organización ciudadana en todos sus niveles y frentes.

III. LA NECESIDAD DE ORGANIZARNOS

Para profundizar el movimiento ciudadano, es indispensable que la CND–P construya mecanismos participativos que promuevan, entre toda la población, la apropiación del discurso político que proponemos y que, a la vez, le permitan a los ciudadanos ejercitar su poder como un acto de derecho y responsabilidad, es decir, se trata de diseñar mecanismos que logren impulsar la organización de los cuidadnos que están dispuestos a ejercer el poder que les confiere su propia condición ciudadana.

Pero no somos ingenuos ni creemos que la espontaneidad forje el futuro que deseamos, por eso de ninguna manera estamos contra la organización, sino más bien contra los vicios que tienen hoy muchas organizaciones políticas, vicios en todo caso más vinculados con la lucha por el poder del gobierno que con el ejercicio del poder ciudadano.

En términos generales, las organizaciones que tiene como objetivo único la obtención del poder del gobierno, asumen esquemas burocráticos, jerárquicos, verticales y pragmáticos donde los dirigentes se convierten en controladores de una organización corporativa que es utilizada para la negociación con los aparatos del gobierno para obtener prebendas de distinto tipo, o conseguir parcelas de poder cedidas por las clases dominantes para, así, conservar todo el poder.

Por nuestra parte, al asumirnos como una asociación de ciudadanos libres, cuyo objetivo es ejercitar el poder desde la sociedad, nuestra organización tiene características que nos distinguen de los partidos políticos. Entre otras, podemos mencionara las siguientes:

1) Como nuestro propósito es ser un espacio para ejercitar el poder, no es necesario constituir una dirección central, basta con la designación de Comisiones que cumplan las tareas implicadas en el quehacer de lo político.

2) Al rechazar las jerarquías, nos organizamos de manera horizontal y reticularmente con vínculos fuertes pero no superpuestos.

3) Para evitar el pragmatismo político, cuya práctica recurrente puede terminar por violentar los principios que se sustentan, nuestra conducta política estará regida por los valores que aceptamos forman la esencia de la CND–P y trabajaremos sólo en aquellas cuestiones que los promuevan; al mismo tiempo, lucharemos de manera abierta contra toda práctica que vaya en detrimento de los principios que sustentan a la CND–P.

4) La CND–P no es, ni puede, ser capital político de nadie, ni aun de los partidos que legítimamente luchan por la vía electoral para lograr espacios de poder en todos los niveles de gobierno y en el Legislativo.

De acuerdo con lo anterior, para ejercer el poder ciudadano la CND–P es:

– Una organización democrática en la que sus integrantes mantienen redes de aceptación reciproca con base en el respeto y el reconocimiento del otro, y en la que no se margina a nadie de la toma de decisiones por diferencias en el nivel educativo, origen étnico, nivel socioeconómico, género, religión o de cualquier otro tipo.

– Una estructura sin niveles jerárquicos, en la que las distintas comisiones de trabajo y organización de tareas, tienen la misma importancia y jerarquía en la medida en que todas cumplen con actividades igualmente trascendentes para el proyecto político que nos une.

– Una organización con ejes rectores claramente definidos, que la alejan del pragmatismo y con mecanismos de selección democrática que permitan la incorporación de todos los ciudadanos a las tareas de la CND–P y con rotación periódica de los puestos, contemplando la reelección inmediata. Esto significa que dentro de la vida regular de la CND–P se practiquen formas democráticas en la toma de decisiones.

– Bajo el principio de que los cargos representan un honor dentro de la CND–P, las tareas que realizamos tendrán sólo la recompensa expresada por el respeto y el reconocimiento del grupo.

Como nos organizamos.

En tanto la CND–P aglutina a los ciudadanos que no ejercen la política como actividad profesional, sino como el ejercicio de un derecho constitucional para expresar, por un lado, su rechazo al neoliberalismo y, por el otro, su decisión de construir una Nación donde prevalezcan la tolerancia, la equidad y la justicia, y se respeten la pluralidad, la diversidad cultural, la transparencia en el manejo de los recursos y los derechos humanos.

Se trata, pues, de un movimiento ciudadano que no tiene como único propósito actuar en los procesos electorales, sino ejercitar el poder ciudadano, a lo que tendrá que responder nuestra organización.

Para que la CND–P logre impulsar la iniciativa ciudadana y ofrezca cauces a las actividades que nos corresponde emprender en cada etapa política que vivamos, su organización no puede ser inflexible y jerárquica, sino que debe ser flexible para adaptarse a las necesidades del movimiento y adecuarse a las circunstancias políticas en que actuamos. Se trata, en síntesis, de una organización flexible que respeta y alienta la autonomía de funcionamiento de las redes y los ciudadanos, que plantea objetivos claros y viables a las actividades que se emprendan colectivamente.

Hemos forjado, así, una organización que sin la rigidez de los partidos nos ofrece una identidad y sentido de pertenencia; que es solidaria y actuante, donde quienes la forman dan respuesta inmediata a la convocatoria del presidente legítimo, cumplen las tareas de la CND y contribuyen al avance de la democracia participativa en Puebla y el país; una organización, en fin, que por igualitaria no admite autoridad jerárquica, pero que es capaz de movilizarse ante la injusticia y brinda espacios de reflexión colectiva para formar ciudadanos críticos y activos participantes en la lucha por una nación diferente a la actual: incluyente, justa y democrática.

De esta manera, nuestra organización para ejercitar el poder ciudadano, tiene las siguientes características:

1. Los integrantes de la CND–P pueden participar en una red ciudadana o actuar individualmente. Las redes funcionan, tanto como los ciudadanos, con autonomía de acción y gestión, aunque su funcionamiento se apega siempre a los principios de la CND–P.

2. La CND–P se reunirá en asamblea ordinaria dos veces al año: en febrero y agosto. La asamblea es la máxima autoridad de la CND–P. También se podrá convocar a la realización de asambleas extraordinarias cuando, a juicio de la Comisión Estatal de la CND–P, un acontecimiento o una situación determinada requiera tomar una decisión general. En estas asambleas sólo se tratará el tema para el que sea convocada. La Comisión Estatal de la CND–P, estará obligada a convocar a una asamblea extraordinaria cuando los soliciten por lo menos 100 integrantes de la CND–P y sólo se tratará el tema que se incluya en la solicitud.

3. Territorialmente la CND–P se organiza, en la ciudad de Puebla, por distrito electoral y en el resto del estado por municipio y distrito electoral. En ambos casos, se considera la división electoral local.

4. Para organizar el trabajo colectivo de la CND–P, se han formado cinco comisiones (que de acuerdo con las circunstancias podrán aumentar o disminuir). Estas comisiones no tienen facultades de dirección, sino exclusivamente de coordinación y ejecución de las tareas que permitan el desarrollo y la fortaleza de la CND–P.

5. Cada una de las comisiones trabaja apegada a un programa de actividades que ellas mismas elaboran y que se pone a consideración de la Asamblea, a la que cada comisión deberá entregar un informe de lo realizado entre una asamblea y otra.

6. Cada comisión se integrará con cinco miembros electos por la asamblea y durarán en su encargo hasta la realización de la siguiente asamblea.

7. Las comisiones sesionarán, por lo menos, un día a la semana. Sus reuniones serán abiertas a todos los ciudadanos miembros de la CND–P que deseen asistir para compartir las obligaciones que contribuyan a la realización del programa de actividades de la comisión correspondiente. En esas reuniones se consensarán las tareas a realizar y las actividades se organizarán tratando de involucrar a todos los miembros de la CND–P.

8. El conjunto de los miembros de las comisiones formará la Comisión Estatal de la CND–P y además de convocar a las tareas y actividades que involucren a toda la CND–P, será la que convoque y organice las asambleas ordinarias y extraordinarias.

En resumen, las comisiones y sus funciones, son las siguientes:

COMISIONES

Análisis y Política

Comunicación y Difusión

Finanzas

Formación Ciudadana

Coordinación y Organización

FUNCIONES

Hacer el análisis permanente de la situación política y social de Puebla y el país, con el fin de elaborar diagnósticos que permitan guiar las actividades de las redes.

Difundir en los medios de comunicación y otras formas (periódico mural, volantes, declaraciones de prensa, etcétera) las opiniones de la CND en Puebla.

Crear formas alternativas de comunicación con los ciudadanos.

Crear su sistema de comunicación entre los integrantes de la CND en Puebla.

Hacer un trabajo político de la obtención de los recursos financieros y materiales necesarios para realizar los trabajos de la CND en Puebla.

Hacer campañas de financiamiento a favor del gobierno legítimo.

Atender a las necesidad de elevar el nivel de conciencia y conocimiento de los ciudadanos sobre los problemas sociales, políticos y económicos de Puebla y de el país, mediante mesas redondas, conferencias, círculos de estudio, etcétera.

Mantener la unidad de acción de la CND en Puebla.

Programar s acciones colectivas que involucren a todos los miembros de la CND en Puebla. Coordinar las actividades de las comisiones cuando sus actividades involucren a varias de ellas.

IV. PLAN DE ACCIÓN.

Para cumplir con las tareas de la CND–P, hemos trazado el siguiente Plan de Acción:

Educación y Cultura

– Nos proponemos emprender todas las acciones necesarias en defensa de la educación universal pública, laica y gratuita.

– Alentaremos la formación de escuelas alternativas. Al mismo tiempo, nos proponemos desarrollar la educación informal en nuestras comunidades, colonias, barrios, calles, con el fin de promover la reflexión y a la creación de una conciencia crítica de los ciudadanos.

– Exigiremos a los diputados de todos los partidos la defensa del patrimonio cultural destinando mayores recursos para su desarrollo y fortalecimiento.

– Demandamos al gobierno federal impulsar el desarrollo de la ciencia y la tecnología y poner sus resultados al servicio de la sociedad mexicana. Frenar el desarrollo de estas actividades, como lo han hecho los gobiernos neoliberales, es atentar contra el futuro soberano de nuestra nación.

– Lucharemos por ampliar y fortalecer las actividades de difusión cultural como trueque de libros, ludoteca, conferencias, foros, talleres, conferencias mesas redondas y todas las formas que permitan fortalecer la conciencia y la formación política ciudadana.

– Debemos utilizar los diversos medios de comunicación para difundir entre la población nuestros objetivos y contribuir a la formación política de los ciudadanos. Uno de esos medios es el periódico mural.

Política

– Alentaremos la colaboración entre las redes para fortalecer y apoyar el trabajo colectivo entre las distintas redes que integran la CND–P.

– Una tarea urgente e inmediata, es la formación de nuevas redes ciudadanas en nuestros centros de trabajo y lugares de residencia.

– Elaboraremos y daremos a conocer una guía de programas radiofónicos y televisivos, así como de medios impresos y electrónicos que aborden con respeto nuestro proyecto.

– Tenemos la convicción de que sólo la unidad de todas las fuerzas políticas democráticas de la entidad hará posible la concreción del proyecto alternativo de nación que proponemos. Por eso haremos todos los esfuerzos necesarios para conseguir la unidad de los ciudadanos en resistencia y en lucha contra el modelo neoliberal.

– Las comisiones reunidas y en sesión abierta a todos los miembros de la CND–P, discutirán de inmediato nuestra forma de participación en el proceso electoral del estado que se realizará el próximo mes de noviembre donde se renovarán los ayuntamientos de los 217 municipios y el Legislativo. Sus resoluciones deberán llevarse a una asamblea extraordinaria para su discusión y aprobación.

– Nos proponemos integrar comisiones de fiscalización a todas las instancias de la administración pública.

– Habremos de formar equipos de expertos para el estudio de diversos aspectos como los políticos, económicos y sociales del estado y el país, así como de la ciencia y tecnología, y otros que nos permitan una participación eficaz en las acciones de resistencia.

– En la defensa y preservación del medio, brindaremos nuestra solidaridad activa a todas las comunidades que se vean amenazadas con perder sus recursos naturales debido a la voracidad del capital, como es el caso de los habitantes ribereños de Valsequillo, que sufren el acoso del capital inmobiliario.

– Seremos activos participantes en todas aquellas movilizaciones políticas en defensa de los intereses de la población trabajadora.

– Deberemos preparar nuestra participación en la próxima reunión de la Convención Nacional Democrática.

Economía

– Levantaremos un directorio de productores y comerciantes interesados en participar en mecanismos de organización comunitaria para fomentar una economía solidaria. Para lo cual convocaremos a un foro alternativo de productores y comerciantes

– Nos proponemos formar un consejo de consumidores para orientar a la población sobre donde comprar de acuerdo a los precios y calidad de los productos.

– Debemos impulsar la cultura del comercio por trueque, como parte de nuestra crítica al capitalismo voraz.

– Nos declaramos contra el consumo e importación de maíz transgénico.

– Proponemos llevar a cabo diversas acciones en defensa del maíz. Una de esas actividades consistirá en sembrar maíz en todos los espacios públicos y privados posibles.

– Nos daremos a la tarea de formar sociedades civiles que den cobertura a los proyectos que emprendamos y que la requieran.

V. RENOVAMOS LA ESPERANZA

Los ciudadanos poblanos tenemos hoy la oportunidad histórica de construir la CND–P desde abajo, con todos y entre todos, para convertirla en un poderoso instrumento que nos permita estar a la altura de los retos que enfrentamos y ser parte del gran movimiento social que impulsa el Proyecto Alternativo de Nación propuesto por el gobierno legítimo de Andrés Manuel López Obrador.

Nos proponemos hacer del proyecto ciudadano de la CND–P uno de los promotores del cumplimiento de la agenda social y ciudadana en nuestro estado; aspiramos a participar junto con otras fuerzas en la vida social y política de la entidad, para hacer del movimiento social el referente indispensable en la vida político del estado.

Parte de nuestro quehacer se ubica en la elaboración de propuestas que contribuyan a la solución de los principales problemas de la población, propuestas siempre acordes al interés y necesidades de los ciudadanos, solidario y presente en el movimiento social que levante demandas y reivindicaciones justas, vinculadas a la defensa de las causas populares y a evidenciar, desenmascarar y combatir las corruptelas públicas y privadas, así como las acciones de la derecha que afrontan a la población mayoritaria.

El proyecto ciudadano de la CND–P tiene su fortaleza en la organización, articulación y comunicación de sus integrantes mediante un modelo innovador basado en la participación de las redes ciudadanas que trabajarán en los distritos, municipios, barrios, colonias, centros de trabajo, gremios y en cualquier lugar donde actúen los ciudadanos, no para dirigirlos sino para compartir con ellos la suerte de sus acciones. Lograremos, así, construir una gran red ciudadana de organización, comunicación, trabajo político cotidiano y movilización que sea el soporte social del Gobierno Legítimo de México en nuestro estado.

Los ciudadanos agrupados en la CND–P, reconocemos a la movilización política como una de las formas de lucha más antiguas y eficaces de los pueblos para enfrentar las injusticias y arbitrariedades de sus explotadores. Por eso, el proyecto ciudadano de la CND–P mantendrá su condición de un movimiento que interactúa permanentemente con los ciudadanos para adquirir la autoridad política que le permita convocar a la movilización para manifestar el desacuerdo social contra las medidas antipopulares de los gobiernos de la derecha; o cuando en cualquier parte del país se vulneren derechos constitucionales o se afecte el patrimonio nacional. De esta manera, la organización no perderá las características y el sentido que le dio origen y que lo mantendrá presente en las grandes luchas del pueblo mexicano.

Quienes libremente hemos decidido constituir la CND–P, iniciamos una jornada inédita que nos lleve a participar en la construcción de una nueva ciudadanía que hace política asumiendo los problemas sociales y participando en su solución. Estamos convencidos de que se requiere de una nueva ciudadanía si aspiramos a un país distinto, si queremos una nación como la soñamos millones de mexicanos que nos movilizamos por un proyecto alternativo de nación; esperanza que los dueños del poder político y económico pretendieron arrebatarnos pero que hoy sostenemos con más fuerza porque seguimos actuando con la certeza de que es posible otro México, donde nuestra lucha haga realidad la igualdad y la equidad social y donde la democracia no sea un desplante retórico sino forma de vida de la sociedad.

H. Puebla de Z. 20 de enero de 2007.

Mensaje de sta semana