martes, marzo 20, 2007

CUITLATLAN

La nueva tregua entre dogeristas y marinistas

Fermín Alejandro García

Súbitamente parece estarse solucionando el conflicto del paquete de obras del ayuntamiento de Puebla, luego de que este lunes el gobernador Mario Marín Torres anunció que liberará recursos a la Comuna de la capital, que ha pedido 500 millones de pesos. Para que se dieran estos cambios, tal parece que funcionaron los amagues del edil Enrique Doger de abandonar el PRI y al mismo tiempo mostrar su cercanía con la presidente del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales.

Sin embargo, el verdadero artífice para destrabar este conflicto y dar un respiro a la ríspida relación entre Doger y Marín es Valentín Meneses Rojas, el presidente estatal del PRI, quien fue el encargado de convencer al edil de reunirse con el gobernador y a su vez buscar que se libere una parte del dinero que requiere el gobierno municipal para concluir obras públicas.

Meneses desde hace varios meses parece haberse convertido en el pararrayos de los ataques de marinistas contra dogeristas. Y no por otra cosa, sino por estar consciente de que tarde o temprano se tiene que frenar la guerra entre los gobiernos estatal y de la capital, pues el PRI pagará un alto costo si esto no ocurre.

Una salida de Doger del PRI o una revuelta del magisterio durante las campañas electorales serían golpes demoledores para la ya maltrecha salud del tricolor, el cual ya tiene perdidas algunas de las plazas importantes del estado. Por eso, Meneses se ha dado a la tarea de intentar aliviar la difícil situación del tricolor.

Pero no solamente el PRI está pagando los costos. Se sabe que algunas mediciones han establecido que la imagen del gobernador ha sufrido deterioro como resultado del pleito que emprendió Omar Álvarez Arronte contra Doger, pues entre priistas y no priistas existe la firme creencia de que eso fue orquestado desde Casa Aguayo. Y quien está obteniendo réditos por esa confrontación es el PAN.

Además, es real que el gobierno de la ciudad está ahorcado económicamente, y una posible paralización de la Comuna repercutiría de manera negativa en el Poder Ejecutivo estatal, por negarse a otorgar el dinero solicitado por Doger.

La intervención de Meneses ha sido reconocida en corto por funcionarios de la Comuna, quienes han admitido que “está haciendo bien su chamba”. El encuentro de ayer entre Doger y Marín se acordó hace más o menos 15 días. Pese a ello, en las dos últimas semanas no pararon los ataques de funcionarios marinistas, como el secretario de Finanzas, Gerardo María Pérez Salazar. Aun así, se mantuvo el ofrecimiento del dirigente priista de resolver del paquete de obras públicas.

El recorrido que este lunes efectuaron juntos Doger y Marín no estaba programado. Se convocó de última hora al edil y tuvo un significado importante al haber sido en la colonia Ampliación Santa Lucia, que es un coto del alcalde, pues de ese lugar son los vecinos que en una ocasión se pronunciaron para que el presidente municipal se convierta en gobernador dentro de tres años.

El encuentro se pudo haber dado en Casa Puebla o en Casa Aguayo, o en el privado de un hotel, pero se permitió que fuera en una de las colonias del sur, que es donde el ayuntamiento ha emprendido uno de sus programas prioritarios, que es regularizar los miles de asentamientos de esa parte del municipio que tuvieron un explosivo crecimiento en medio de la anarquía urbana.

Lo anterior se entendió como un gesto de buena voluntad de la administración marinista.

También se asimiló como un nuevo intento de tregua entre dogeristas y marinistas.Como un llamado a cerrar filas en torno al PRI para evitar que el PAN lo derrote en los comicios de noviembre.Que es un intento de ambas partes, de dogeristas y marinistas, de evitar ser acusados de provocar una nueva debacle electoral priista, como la del año pasado.

Pese a todo, una pregunta que ayer muchos se hacían es:

¿Cuánto va a durar este nuevo intento de tregua?

Algunos pesimistas ya están apostando a que antes de concluir marzo se romperá. Que los pleitos entre dogeristas y marinistas parecen ya no tener cura.

Otros creen que el espíritu de supervivencia los llevará a que ahora sí vaya en serio el esfuerzo por salvar al Partido Revolucionario Institucional.

Yo me sumó a la opinión de los pesimistas.

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