martes, marzo 20, 2007


La hermana de Nicolás Aguilar dice que éste oficia misas con la ayuda de sus homólogos

Martín Hernández Alcántara

El sacerdote pederasta Nicolás Aguilar Rivera deambula entre los pueblos de las sierras Negra y Mixteca, protegido por otros curas que hasta la permiten oficiar misas, reveló su hermana, Sara Aguilar Rivera, quien además dijo que el violador de más de 60 niños en México y Estados Unidos, está arruinado física y económicamente.


En semanas recientes hubo rumores de que el cura violador, Nicolás Aguilar Rivera, se escondía en la región de Tlacotepec de Benito Juárez; sin embargo en la zona dicen desconocerlo / Foto: José Castañares

Sara Aguilar Rivera –la menor de cinco hermanos del ultrajador de infantes– fue entrevistada en el consultorio donde atiende desde hace muchos años como médico, ubicado en la colonia Jardines de San Manuel, en la ciudad poblana.

Evidentemente nerviosa, Sara contestaba a los cuestionamientos de pie, yendo de un lugar a otro, intentando esconder su rostro. Exclamaba “¡Yo me lavo las manos!” en cada oportunidad que tenía, intentando deslindarse del pederasta.

Así, la entrevistada aseguró que no ha tenido comunicación reciente con su hermano, pero que éste sí ha hablado con Ruffa Aguilar Rivera, otra hermana que reside en los Estados Unidos.

El pederasta se encuentra enfermo y sin dinero, resguardado por algunos párrocos que lo ayudan y le permiten oficiar misas, afirmó.

“Sí, ya se venció su seguro. No sé dónde está, no se ha comunicado conmigo, y la verdad nada más tenemos este mes para renovar el seguro, no lo hemos podido localizarlo (sic), es urgente que me comunique con él”, refirió.

“No se dónde se encuentre, pero seguramente está apoyado por algunos padres para que le permitan oficiar misas”, remató.

A Sara Aguilar Rivera se le preguntó qué opinaba sobre las acusaciones por pederastia que enfrenta su hermano, a lo que contestó:

“Esto de las violaciones es un invento de los periodistas para estar denostando a la iglesia, a que la gente ya no sea católica y se aleje de la religión”.

Aseveró, entonces: “Si nosotros quisiéramos acusarlos (a las víctimas) también tenemos antecedentes de un sobrino nuestro de que también lo anduvieron acosando ahí, uno de los hermanos de ahí del señor que lo está acusando de ahí de Huehuetlán (se refiere a Agustín Ríos, una de las primeras víctimas que denunciara abusos de Nicolás Aguilar Rivera, desde que tenia 4 años de edad)”.

“Este señor (Joaquín Aguilar) –abundó–, que lo demanda en Estados Unidos, claro ya le dijeron que no procede el caso allá, ahorita lo violan y dentro de cuarenta años voy a presentar una denuncia, ¡es absurdo, hasta una gente que ni siquiera ha estudiado entendería que eso que ya no pasa eso!” (sic).

“Ningún caso procede, a menos que le sigan inventando, pero ¿dónde están las pruebas de que violó a esa persona hace 15 o veinte años?, ¡por favor!, ¡no tienen madre!”, exclamó, molesta.

Al preguntarle a Sara Aguilar Rivera sobre si alguna autoridad la había buscado para pedirle información sobre su hermano, respondió negativamente, lo cual echa por tierra de nueva cuenta las afirmaciones de la titular de la Procuraduría General de Justicia, Blanca Laura Villeda Martínez, quien ha dicho que el pederasta está siendo buscado por elementos de la Policía Judicial.

En Tlacotepec

En las semanas recientes hubo rumores de que el cura violador, Nicolás Aguilar Rivera, se escondía en la región de Tlacotepec de Benito Juárez, un municipio ubicado en el centro de la entidad, que se encuentra en las inmediaciones de las carreteras que conducen de Puebla a Tehuacán.

Tlacotepec de Benito Juárez es una población muy visitada por vecinos de los municipios cercanos, e incluso de poblaciones fuera de la entidad poblana. Por ejemplo, son frecuentes las peregrinaciones procedentes de Orizaba, Veracruz, que llegan para visitar la iglesia del Señor del Calvario, imagen a la que consideran milagrosa.

La Jornada de Oriente realizó ayer un recorrido por aquella población, pero tanto las autoridades civiles como eclesiásticas dijeron no tener conocimiento de que el sacerdote ultrajador de niños estuviera o hubiera estado ahí.

Los pobladores que fueron entrevistados por esta casa editorial también expresaron su desconcierto ante la posibilidad de que Nicolás Aguilar Rivera pudiera estar oculto en su comunidad y, en todos los casos, afirmaron que sólo conocían del caso por lo que ha sido publicado en los medios masivos de información.

Defenestración

En 2006, esta casa editorial dio a conocer que Nicolás Aguilar Rivera había sido visto en varios puntos de la entidad poblana, pues sobrevivía vendiendo discos y cintas magnetofónicas a feligreses, y de vez en cuando pedía a sus homólogos sacerdotes que le permitieran oficiar rituales en las parroquias a su cargo.

El 7 de enero del presente año el arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca y Pacheco, informó que el grupo de obispos que integran la zona pastoral oriente envió a la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano una “notificación” en la que, de forma “respetuosa”, recomendaban al Papa Benedicto XVI analizar la posibilidad de deslindar del ministerio sacerdotal a Aguilar Rivera

El jerarca católico dijo entonces que el grupo de obispos envió el documento ante la situación tan “triste de este sacerdote”, pero que aún no recibían alguna respuesta. Hasta el momento se sabe que la solicitud de defenestración no ha progresado.

Por primera vez, en aquella ocasión, el arzobispo de Puebla reconoció públicamente la culpabilidad de Aguilar Rivera, y lamentó la situación: “Nosotros sentimos en nuestra conciencia que es culpable; aunque no haya habido denuncias ante el obispo de Tehuacán, creemos en las denuncias civiles, y hemos sido debidamente informados; creo que esto no lo puede discutir nadie”.

“Lo más conveniente es rogarle al Papa que, si él lo juzga así, lo desligue totalmente del ministerio sacerdotal para que ya no siga siendo sacerdote. Es una suplica filial, porque esto no se puede imponer, no podemos decirle ‘queremos que haga esto’. Tenemos razones para suplicarle y sugerirle que, para el bien de la iglesia y de todos, lo mejor sea que se le desligue del ministerio, que oficialmente se desligue. Que no es una pena, no es un juicio, es una petición administrativopastoral”, enfatizó.

Huesca y Pacheco explicó que debido a la falta de una denuncia formal ante las autoridades eclesiásticas, no podía iniciarse en ese momento un juicio canónico en contra de Nicolás Aguilar, por lo que el documento enviado a Roma contiene sólo “un juicio sobre la situación meramente moral, ésta es una petición, no es un juicio. Es una petición por conveniencia pastoral, nos saltamos el juicio porque no ha habido denuncia ante el obispo de Tehuacán; las denuncias han sido civiles y ésas no las manejamos nosotros”, agregó.

Explicó que la carta sólo estaba firmada por el obispo de Tehuacán, Rodrigo Aguilar Martínez, pero que en el texto se informaba que la petición está respaldada por los integrantes de la zona pastoral oriente (Puebla, Tehuacán y Huajuapan de León). La misiva también contó con la aprobación del cardenal Norberto Rivera Cabrera. Rosendo Huesca advirtió que, si es necesario, está dispuesto a firmar una carta con la misma intención.

Por separado, el vocero de la arquidiócesis de Puebla, Eugenio Lira Rugarcía, aclaró que la arquidiócesis de Tlaxcala también forma parte de esta zona pastoral; sin embargo, debido a la enfermedad y posterior deceso del obispo Jacinto Guerrero Torres, no se contó con su aprobación para la carta.

También dijo que la primera vez que se habló sobre la posibilidad de solicitar la destitución de Nicolás Aguilar fue en el mes de noviembre de 2006, durante un descanso que tuvieron en la asamblea general del Episcopado Mexicano, en la que también participó Rivera Cabrera.

Aunque esa vez no se reveló el contenido exacto de la notificación que se envió a Roma, Huesca y Pacheco dijo que se narra detalladamente todo lo que se ha dicho y lo que se ha hecho en torno a las acusaciones por pederastia en contra de Nicolás Aguilar. También se anexaron publicaciones en medios de comunicación y cartas sobre el tema que han divulgado algunos obispos.

“(Se mencionan) todas las denuncias que se han hecho, y nosotros le creemos a los padres de familia ofendidos que han ido ante las autoridades civiles. Los familiares siempre saben que pueden ir a ver al obispo de Tehuacán, y no nos parece justo que siga ofertándose (sic) como sacerdote”, dijo.

Cuando se le cuestionó al religioso sobre el mensaje que querían enviar a la ciudadanía con esta acción, refirió: “Más bien queremos resolver una situación pastoral y espiritual, para que ya no ejerza el sacerdocio alguien que creemos que ya no debe hacerlo” (sic).

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