Inicia mal el IEE el proceso electoral

Fermín Alejandro García

Faltan 10 días para que formalmente inicie el próximo proceso electoral local y pareciera que el árbitro central de la contienda, el presidente del IEE, Jorge Sánchez Morales, todavía no acaba de tomar el control del organismo que encabeza, ya que persiste una mala relación de algunos consejeros con miembros de la estructura orgánica del instituto y empieza a haber atrasos en la organización de los comicios.

Para nadie es un secreto que existe una mala relación entre consejeros y algunos miembros de la estructura orgánica del IEE. Que constantemente se hacen comentarios contra el director del instituto, José Antonio Bretón Betanzos, de quien se señala que oculta la información o se dice que es un mal abogado el secretario general del organismo, Noé Julián Corona Cabañas; o que Sergio Ayala Jasso, quien es el encargado de la Unidad del Servicio Electoral Profesional, no hace caso a algunas indicaciones.

Ante el cambio de consejeros era natural que al principio no hubiera pleno entendimiento con los miembros de la estructura. Lo grave es que el problema persiste en un momento en que ya sería un grave error cambiar a miembros del Servicio Profesional Electoral, quienes no solamente tienen el control del IEE, sino son los que tienen experiencia en la organización de comicios, lo que no ocurre con el grueso de los integrantes del Consejo General del instituto.

Jorge Sánchez prácticamente no cambió a nadie de la estructura. Eso puede ser un indicativo de que no supo cuáles modificaciones se tenían que hacer o que no tuvo gente para formar un equipo propio.

Tampoco se notó mucha capacidad para zanjar diferencias con miembros de le estructura, que tal vez hubiera sido lo más sano.

Una prueba de esto que estoy narrando es que el instituto todavía no tiene un buen director de Comunicación Social. La persona que está al frente de esa área, Adriana Álvarez, desde hace mucho se dijo que iba a ser desplazada por ser una abogada ajena a esa actividad y el caso es que no pasa nada.

No hace mucho un integrante de la estructura del instituto comentó a este tecleador que de acuerdo con los cronogramas que ya están establecidos, a la fecha el proceso electoral ya llevaría un atraso de unos 15 días en su organización, y que no notaba mucho interés por remontar el tiempo perdido.

Pues han aparecido algunos aspectos negativos que no se resuelven. Uno de ellos es que en anteriores procesos electorales a estas alturas se tenía contratados los locales donde van a funcionar los consejos locales y distritales, lo cual todavía no ocurre.

Otro asunto es que en el pasado proceso electoral uno de los logros alcanzados es que el IEE tuvo su propio Programa Preeliminar de Resultados Electorales (PREP), que se elaboró con asesoría del IFE. Bueno ahora resulta que no se encuentran los programas del PREP.

Y eso plantea que el IEE tendría que elaborar un nuevo PREP, lo cual es un problema preocupante ya que el instituto lo que no tiene son recursos económicos de sobra.

Una dificultad más es que ante la estrechez presupuestal del IEE, se ha planteado la alternativa de reducir costos en los consejos distritales y municipales. Esa no es una medida adecuada. Es necesario recordar que en 2001 la falta de materiales en estos órganos generó una severa crisis de imagen del instituto.

¿Y las camisetas de Kamel Nacif?

Lo más grave de lo que está pasando en el IEE es que ya se notan las filias partidistas de algunos consejeros electorales al negarse a investigar la supuesta donación ilegal de 60 mil camisetas con propaganda que supuestamente realizó el empresario Kamel Nacif Borge a la campaña de Mario Marín Torres, cuando éste fue el candidato del PRI a gobernador en los comicios locales de 2004.

Ante la demanda que ya presentó el PAN para que se investigue este caso –luego de que el instituto rechazó la semana pasada un exhorto del Congreso para indagar en este asunto– se sabe que en el IEE ya se habría diseñado una estrategia para quitarse de encima este caso que a varios consejeros les resulta espinoso.

Lo que se buscará es resolver el caso antes que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emita un dictamen acerca del llamado Lydiagate, y con base a una resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), se determine que una conservación telefónica no es prueba para iniciar una investigación.

Me explico: Cuando se dieron a conocer las conversaciones telefónicas que destaparon el Lydiagate se supo que Kamel Nacif habría entregado miles de camisetas a la campaña del PRI sin que este partido hubiera reportado dicha donación. No hace mucho, el TEPJF determinó que la grabación de una llamada por teléfono no es prueba de que se cometió un ilícito. Y con base a esta resolución se cree que el IEE buscaría argumentar que no es procedente investigar el asunto de las playeras en cuestión.

En cambio, si primero resuelve la SCJN, el IEE se metería en problemas ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que las grabaciones del Lydiagate por si mismas no son prueba para demostrar un ilícito, pero si pueden dar pie para que se haga una investigación.

Y eso es lo que debería hacer los consejeros electorales, investigar si fue real o no esa donación de Kamel Nacif. Así de simple.

Pero si no lo hace, se pondrá en duda la calidad del IEE organismo electoral autónomo, independiente de intereses partidistas y sobre todo, en su capacidad de fiscalización del gasto que hacen los actores de la contienda electoral.