lunes, abril 16, 2007

Nicolás Aguilar visita a sacerdotes para intentar convencerlos de su inocencia: testigos

Josué Mota Corro

De acuerdo con testimonios recogidos por La Jornada de Oriente, el sacerdote pederasta Nicolás Aguilar Rivera ha estado realizando actividades litúrgicas y comerciales en distintos municipios del sur del estado, como Ajalpan, Ixcaquixtla y San Gabriel Chilac. Quienes los han visto, sostienen que el clérigo se comporta como si no fuera perseguido por las autoridades e intenta convencer a todo aquel con quien platica es “inocente” y, asegura que no tiene problemas judiciales.

Con quienes ha conversado, Aguilar Rivera les asegura que ya no tiene ningún problema judicial, e incluso se jacta de haber otorgado el perdón a una de sus victimas, Joaquín Aguilar, a quien el clérigo acusó penalmente de difamación en la década de los años 90, y expresa que lo único que existe contra él es una campaña en los medios de comunicación.

A principios de año el obispo de Tehuacán, Rodrigo Aguilar, junto con otros prelados, envió al Tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe una notificación para que el caso de Nicolás Aguilar fuera revisado.

Sin embargo, diversas fuentes cercanas al clero en la región de la Sierra Negra –y que fueron consultadas por el reportero– sostienen que tal actitud es “absurda”, pues la única autoridad competente para sancionar al cura pederasta es precisamente el obispo de Tehuacán, Rodrigo Aguilar; “ni siquiera el Vaticano lo puede castigar; sólo el obispo de su diócesis”.

En contradicción con la postura que supuestamente mantiene la iglesia respecto a este asunto, las fuentes consultadas aseguran que Nicolás Aguilar contaba con permiso del obispo de Tehuacán para oficiar misa, motivo por el cual, se cree, pudo oficiar misas a finales del año pasado y principios de 2007 en parroquias aledañas a Tehuacan.

“Ese permiso sólo se lo puede quitar Rodrigo Aguilar y nadie más; por eso es absurdo que envía cartas para que lo castiguen, él es la autoridad que lo puede hacer” dijeron los entrevistados, entre ellos, algunos sacerdotes, quienes añadieron: “Por lo menos, todavía a finales del año pasado, contaba con permiso para oficiar misa.

Unos informantes –que pidieron mantener su nombre en el anonimato– dijeron que Nicolás Aguilar, asegura que ya no tiene ningún proceso legal pendiente con las autoridades judiciales y que todo lo que se dice en los medios “es un invento, pero yo ya no voy a hablar, yo estoy cansado de esto”.

Para sostenerse económicamente, Nicolás Aguilar continúa vendiendo cassettes y discos compactos con cantos religiosos. “Es que ando mal económicamente”, manifestó al sacerdote de la iglesia de San Gabriel Chilac, Ignacio Hidalgo, mejor conocido como “el padre Tacho”, en noviembre pasado.

“Me dijeron que tengo que modernizarme para poder vender, y por eso ya estoy grabando en discos compactos”, le dijo Aguilar al Padre Tacho, quien en entrevista con este diario, informó que en enero de este año recibió la última visita del clérigo.

Otras personas entrevistas por La Jornada de Oriente dijeron que la última vez que se le vio oficiando misa a Aguilar Rivera, fue en el mes de septiembre de 2006, en una parroquia de Ixcaquixtla. Posteriormente, Nicolás Aguilar visitó a algunas personas en el municipio de Ajalapan para venderles discos. En los últimos meses, algunos testigos lo vieron transitando por la zona de Tehuacán.

Los hombres consultados manifestaron que Nicolás Aguilar no actúa como un hombre que es perseguido por la justicia: “Se le ve muy tranquilo, tal vez un poco deprimido por el escándalo en el que dicen que está metido, pero se le ve tranquilo”.

–¿Él (Nicolás Aguilar) sabe que es buscado por la Policia Judicial? –se le preguntó al padre Tacho en una entrevista realizada en la casa parroquial del municipio de San Gabriel Chilac.

–No, él dice que ya no tiene ningún problema.

Hace apenas unos meses el sacerdote pederasta distribuyó copias de un amparo que obtuvo en 2004, entre algunos conocidos, en dicho documento –cuya copia obra en posesión de este diario– se especifica que Nicolás Aguilar fue acusado por “corrupción de menores y ataques al pudor” desde 1997; sin embargo, en 2003 se amparó ante el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito.

Junto a estos documentos, Aguilar Rivera entregó una sentencia absolutoria a su favor, debido a que las autoridades judiciales determinaron que el delito por el que fue acusado ya había preescrito. En dicho texto se lee: “Se revoca la sentencia con fecha de 19 de agosto de 2003 dictada por el Juez Primero de Defensa Social del Distrito Judicial de Tehuacán, así como se deja sin efecto la sentencia dictada por esta sala con fecha 7 de enero del año 2004 (...).

Además, distribuyó a uno de sus conocidos un documento fechado el 6 de diciembre de 1995, en el que Nicolás Aguilar “otorga su más amplio perdón en cuanto a derecho proceda a favor del menor Joaquín Aguilar Méndez por el ilícito de difamación, cometido en su agravio no reservándose acción alguna en contra de dicho menor”. Este asunto legal se resolvió en la Dirección General de Prevención y Tratamiento de Menores del Distrito Federal. El documento aparece membretado por la Secretaría de Gobernación.

Según una persona entrevistada –que pidió mantener su nombre en el anonimato– dijo que Nicolás Aguilar asegura que ya no tiene ningún proceso legal pendiente con las autoridades judiciales”.

Las contradicciones

de la Procuraduría

La titular de la Procuraduría General de Justicia, Blanca Laura Villeda Martínez, ha entrado en diversas contradicciones al tocar el tema de las investigaciones que existen contra Nicolás Aguilar Rivera. Hacia finales de 2006 la procuradora aseguraba que el sacerdote pederasta no era buscado por la Policía Judicial debido a que no contaba con orden de aprehensión.

Fue hasta mediados de febrero cuando en los diarios locales se difundió información acerca de que Aguilar Rivera obtuvo nuevamente un amparo, cuando el subprocurador de Averiguaciones Previas y Procesos Penales, Rodolfo Igor Archundia Sierra reconoció que el cura tenía un proceso legal en contra.

–¿El amparo que obtuvo le permite, entonces, estar en libertad al sacerdote? –se le preguntó al subprocurador en aquella ocasión.

–¿Bajo estas condiciones legales, Nicolás Aguilar puede salir del estado de Puebla?

–Cualquier persona que estuviere sujeta a la existencia de una orden de aprehensión está sujeta virtualmente a un juicio penal; incluso la Suprema Corte de Justicia de la Nación así lo ha interpretado; una persona está virtualmente detenida mientras exista una orden de captura en su contra, lo que hace falta es su cumplimiento material. Esto significa que una persona está en inminente posibilidad de que al ser encontrada sea capturada e ingresada al centro de detención (sic).

Archundia Sierra sostuvo que a pesar de que el juicio de amparo “no cancela” la orden de aprehensión, la Procuraduría no contaba con datos acerca del paradero del hombre acusado de violar a cerca de 100 niños en el país.

El 25 de febrero, la procuradora dijo que ya había pedido ayuda a la Interpol para que Aguilar Rivera no saliera del país, además de que ya había enviado oficios de colaboración a todas las procuradurías del país para capturarlo. Sin embargo, al menos las dependencias de 4 entidades vecinas Veracruz, Morelos, Hidalgo y Guerrero negaron contar con dichos oficios, según una investigación realizada por este diario.

Mas aun: en octubre de 2006 el secretario de Gobernación estatal, Javier López Zavala; la procuradora, Blanca Laura Villeda Martínez, y el director de la Policía Judicial, Hugo Isaac Arzola Muñoz, declararon a diarios locales que elementos de esta última corporación realizaban tareas para ubicar al sacerdote, pero no para aprehenderlo, sino para “protegerlo” de un eventual linchamiento.


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