miércoles, junio 06, 2007

Duelo de Espadas

Columnistas

Duelo de Espadas
Edmundo Dantés

condemontec@hotmail.com



¿Quién se fortalece?


No es fácil efectuar un análisis serio acerca de cuál de los precandidatos del PAN por la ciudad de Puebla podría resultar más favorecido y/o perjudicado por los resultados del aquelarre panista, aunque es previsible que los tres digan que salieron beneficiados.


Queda claro que los grandes perdedores son Manuel Espino Barrientos y el Yunque, mientras que el “triunfador” fue Felipe Calderón Hinojosa, que, supuestamente, a partir del fin de semana cuenta con la abyección total del panismo, cuya sumisión le permitirá consolidar al PAN como el nuevo “Partido de Estado” y reproducir los mismos vicios y excesos del PRI.


En primera instancia, un debilitamiento del Yunque perjudica a su candidato principal, Antonio Sánchez Díaz de Rivera, y a su “plan B”, Francisco Fraile García, quienes pueden ser víctimas de la embestida calderonista contra el yunquismo y sus derivados.


Aquí es importante hacer una acotación: pese a que muchos columnistas nacionales oficialistas quieran hacer creer que la consolidación del calderonismo implica una “derrota de la ultraderecha”, lo cierto es que la caída de Manuel Espino solamente representa una purga interna dentro de esa corriente político.


En los hechos, Manuel Espino y Felipe Calderón representan lo mismo: la ultraderecha proempresarial, confesional y defensora de los intereses de los Estados Unidos, como lo demuestran las declaraciones del propio “presidente legal” reconociendo que su guerra contra el narco se debe a los requerimientos americanos y las controversias constitucionales de la PGR y la CNDH contra la legalización del aborto en el DF.


Siguiendo con las proyecciones políticas locales, se podría resaltar que Ana Teresa Aranda resultaría favorecida por la derrota del Yunque, además de que es la única dirigente panista poblana que públicamente apoyó a Calderón Hinojosa durante la contienda interna. Otro punto a su favor es la amistad que mantiene con Martharita Zavala de Sahagún.

Si el hecho de ser una prófuga del yunquismo es una desventaja para Ana Teresa dentro del panismo de Puebla, a nivel nacional ese mismo factor es un gran activo, porque Calderón y sus secuaces podrían verla como un instrumento, para continuar debilitando a la organización, quedarse con la alcaldía de Puebla y dar un paso importante en la búsqueda de la gubernatura.


Sin embargo, el debilitamiento de Manuel Espino no necesariamente es una buena noticia para ella, ya que ha sido en el CEN del PAN donde encontró una fuente real de apoyo ante las constantes y evidentes triquiñuelas y las demostraciones de parcialidad hacia Díaz de Rivera de las dirigencias estatal y municipal del partido.


Hasta ahora, la única instancia que ha escuchado las quejas arandistas por la manipulación del proceso es el CEN, que a través de Carlos Abascal frenó (en alguna medida) la manipulación y los excesos de Rafael Micalco, Jorge Ehlinger y Ana María Jiménez, que – en su desesperación por cumplir con las órdenes del Yunque – no muestran recato alguno en favorecer a Antonio Sánchez.


Además, Ana Teresa no puede deslindarse totalmente del Yunque, debido a que durante varios años la organización la hizo dirigente nacional de Ancifem, diputada federal del PAN y presidenta estatal del partido.

La ruptura se dio en el 2000, cuando Francisco Fraile le ganó la primera fórmula en la candidatura al Senado.
Incluso, hay que recordar que Calderón Hinojosa ha demostrado una especial fobia por los que fungieron como funcionarios en el sexenio foxista y una de ellas es Aranda de Orea. La embestida sufrida por los exfoxistas ha sido tal, que se vieron obligados a refugiarse en el CEN del PAN.


Tampoco puede pasarse por alto que Antonio Sánchez Díaz de Rivera cuenta con el padrinazgo de un personaje cercano al ánimo presidencial, la yunquista Josefina Vázquez Mota, que – si bien ya no es considerada como integrante de la burbuja calderonista – todavía se mantiene en el gabinete, pese a su evidente incapacidad en el manejo de la SEP.

Paco y Toño, damnificados de la derrota del yunquismo

Lo que sí dejó claro el aquelarre panista es que en el corto plazo Paco y Toño son de los primeros damnificados poblanos por la derrota del yunquismo, porque el ajuste de cuentas entre las mafias calderonista y espinista está cerca de alcanzarlos.


El abucheo a Manuel Espino confirmó la grave crisis de legitimidad que enfrentan las dirigencias nacional, estatal y municipal del PAN ante su propia militancia. Las tres instancias impuestas por el yunquismo sufren el repudiado de una buena parte de una militancia que ya no se traga sus imposiciones y trampas.


También ha quedado más que evidenciado el divisionismo al interior del PAN a nivel municipal, estatal y nacional. La disputa por un poder político que ahora tienen más a la mano que nunca ha enloquecido a muchos panistas y, con ello, queda demostrado que los abusos, corruptelas, excesos y represión no eran exclusivos del PRI.

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