EDITORIAL
IMPLICACIONES DEL FALLO DEL LYDIAGATE

La Jornada de Oriente
Se estima que será en los primeros días de esta semana cuando finalmente la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emita el fallo sobre la investigación que inició en contra del gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, por el asunto de la detención de la periodista Lydia Cacho Ribeiro. Hasta ahora, las especulaciones que han hecho miembros del gobierno del estado es que el fallo será favorable al mandatario estatal.
Más allá de las implicaciones políticas que pudiera tener el veredicto, es necesario hacer la siguiente valoración:
Aunque resulta ser un medio ilegal que se hagan grabaciones telefónicas de conversaciones privadas sin un mandato judicial, lo cierto es que por medio de los audios que se conocieron y desataron el llamado Lydiagate en febrero de este año, y los que semana pasada difundieron dos diarios de circulación nacional, se pudo conocer la relación que los empresarios Kamel Nacif y Jean Succar Kuri guardan con un sector de la élite política de este país. Y cómo el diputado Emilio Gamboa Patrón acostumbra legislar de acuerdo con ciertos intereses privados.
Si el máximo tribunal del país soslaya estas grabaciones, tal como se ha planteado que puede suceder, se estaría estableciendo un mal precedente para la justicia de este país, ya que en lo sucesivo, si se pone el descubierto un hecho ilícito o un abuso de poder por medio de una conversación telefónica por el simple hecho de que se señale que ése es un medio ilegal se podría dejar de investigar actos que atentan contra los derechos humanos o la legalidad.
Lo mejor que podría pasar es que la SCJN norme en qué casos se pueden utilizar grabaciones telefónicas y no ponga obstáculos a la aplicación de la justicia.

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