jueves, mayo 24, 2007

por Milenio Diario

PAN nacional trabajará para ganar la gubernatura

En una entrevista publicada por Milenio Diario, el líder nacional del PAN revela que el plan es trabajar en conjunto entre los gobiernos panistas con ese partido para ganar las alcaldías, y posteriormente las gubernaturas. Entre esas posibilidades, dijo, está Puebla.


Puebla es una de las seis entidades del país donde el panismo nacional se centrará para ganar las gubernaturas con el apoyo de Felipe Calderón, desde la Presidencia de la República, y los gobiernos emanados de ese partido, reveló el líder nacional blanquiazul, Manuel Espino Barrientos, en una entrevista concedida a Milenio Diario. En ésta asegura que Juan Camilo Mouriño se quiere apoderar del PAN.


Además, dijo que la Presidencia de la República, trabajarán en conjunto con Acción Nacional para que Puebla y otras 11 ciudades del país las conquiste el partido albiazul en los comicios de este año.


Esta medida la asumirán tras la derrota de Yucatán: “Es un tema del que el blanquiazul parece haber aprendido la lección. Después de la derrota en Yucatán, el PAN se plantea intensificar su trabajo en 20 de las principales ciudades del país, que tienen entre tres y cuatro distritos federales cada una, con el fin de conseguir la mayoría absoluta en el Congreso de la Unión en las elecciones intermedias de 2009”.


La intención, dijo Espino Barrientos, es conquistar tres o cuatro gubernaturas antes de culminar el sexenio.


“Las ciudades en las que se aplicará la fuerza blanquiazul son Tijuana, Mexicali, Gómez Palacio, Durango, Ciudad Juárez, Xalapa, Tuxtla Gutiérrez, Puebla, Zamora, Zacatecas, Oaxaca y Culiacán, entre otras. Ganar allí le permitirá aspirar a la conquista de tres o cuatro gubernaturas antes de terminar el sexenio. Los estados con posibilidades son —opina— Sonora, Durango, Chihuahua, Sinaloa, Puebla y Quintana Roo. “El objetivo es acompañar a Calderón con la mayoría absoluta en el Congreso”, expresa el dirigente, quien ubica allí el meollo de las diferencias de su partido con el Ejecutivo.
Finalmente, Espino Barrientos indicó que para lograr esa meta se da apoyo total a la Presidencia de la República: “Sabemos que hay que apoyar al presidente y los gobiernos panistas, y si no coincidimos, lo vamos a plantear”.

Dada la importancia de la información, reproducimos la nota completa publicada ayer en Milenio Diario y firmada por Alberto Nájar.


“Mouriño quiere apoderarse del PAN: Espino

Manuel Espino, líder del PAN, niega la confrontación con el Presidente de la República ‛en el sentido estricto de la palabra’. Existe ‛diversidad de opiniones’, matiza. Pero advierte: en el primer círculo de Los Pinos hay personas que sí están en esa lógica y le apuestan al control total del PAN.


Acciones campechanas, define, que tienen nombre y apellido: Juan Camilo Mouriño, jefe de la Oficina de la Presidencia, quien —según Espino— alienta la percepción de que el PAN y Felipe Calderón están distanciados. También lo culpa de la versión sobre el supuesto conflicto con Vicente Fox.


Por primera vez desde la campaña presidencial, el líder del blanquiazul habla abiertamente de sus diferencias con el equipo del jefe del Ejecutivo federal que, dice, va con todo por el control del partido.


En charla con Milenio da cuenta de una comida en la que Mouriño reveló la estrategia. Según Espino, el panista campechano dijo ahí: ‛Vamos por el consejo nacional y luego haremos un recuento para ver cuántos consejeros tenemos; los que no sean nuestros, vamos a ir por ellos, tenemos con qué. Hay puestos en el gobierno’.


Fue claro, agregó el líder de AN: ‛También vamos por la presidencia del partido’.


La primera señal ocurrió el sábado pasado cuando, por falta de quórum, se canceló la sesión del consejo en la que se votaría una propuesta de reforma de estatutos, maniobra que se preparó en la oficina de Mouriño.


El consejo panista elegirá al próximo dirigente, y ganarlo es clave. En esa tarea, el campechano no actúa solo. ‛Me preocupa que desde la Presidencia se quiera controlar todo. Me cuesta trabajo aceptar que el Presidente no lo consienta por lo menos’.


—¿Se lo dijo a Calderón? —Se pregunta al dirigente nacional del PAN.
—Hablé con él y le dije que había personas haciendo esas cosas, y me pidió que hablara con César Nava (el secretario particular de Calderón).
—¿Y?
—No puedo asegurar que el Presidente esté en esa intención de ir por todo, (Calderón) a mí no me ha dicho que deje el partido, esa información la recibí de otros.

El PAN no puede convertirse en un apéndice del gobierno, pues el siguiente paso sería la imposición de gobernadores y candidatos al gusto del Presidente. Algo que va contra la naturaleza panista, en la que no levantan la mano al Ejecutivo.


‛Me preocupa que desde el gobierno manden a alguien para ser presidente del partido —agrega— ahora que en el PAN se compran y coaccionan votos’.


Si funciona la estrategia de Mouriño, el PAN tendría un presidente que reciba línea desde Los Pinos. Algo que, dice Espino, ya opera en el gobierno federal.


‛Me preocupa que ni siquiera los secretarios de Estado decidan el nombramiento de delegados, y que todo pase por el tamiz de Juan Camilo. Ese es el ámbito del gobierno y lo respaldamos’, asegura, pero no significa que esté de acuerdo. ‛No quiero esa entrega total’ del partido.

Travesuras campechanas

El presidente del PAN relata otra ‛discusión campechana’, las diferencias del ex presidente Fox con Calderón. Y afirma: ‛ha habido un cilindrero que le da vueltas’ al tema.


Según Espino no hay choque del guanajuatense con el Presidente, quien incluso avala la posibilidad de que el primero encabece a la Internacional Demócrata de Centro, que lo alejaría de México algún tiempo.


Fox y Calderón conversaron sobre el tema, revela Espino, y también hubo acuerdo para que el ex presidente asistiera a la inauguración de la nueva sede de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) en enero pasado.


Pero entonces, afirma, hubo críticas en los medios sobre el renovado activismo de Fox, un escándalo ‛al más puro estilo campechano’. La travesura fue concebida ‛no en la cabeza presidencial, sino un poco más abajo’, en la oficina de Mouriño.


El colmo fue una llamada que recibió el ex presidente, cuenta Espino, en la que se le expresó el malestar de Los Pinos por el acto. ‛Le dijeron: 'ni te aparezcas por allí, no estamos de acuerdo en eso’.


Fox, ‛a quien acusan de imprudente’, canceló su asistencia a la ODCA para evitar que creciera el ruido político.

La jugó bien el PRI en Yucatán
La plática con Espino inició con una pregunta: ¿Por qué entregó Yucatán?


Respondió serio: ‛Entregamos la plaza porque la perdimos. No ganamos’.


De hecho, los comicios empezaron a perderse 12 días antes cuando se difundió la versión de un presunto acuerdo de Los Pinos con la dirigencia del PRI para entregar la gubernatura yucateca a cambio de apoyo tricolor a las reformas estructurales.


‛Hubo desánimo del candidato, nos pegó incluso en Baja California’, cuenta Espino. ‛Empezaron a decir que iba a pasar lo mismo en ese estado. La jugó bien el PRI’.


A pesar del descalabro, el candidato Xavier Abreu llegó a la contienda con ventaja de entre dos y tres puntos, según los sondeos del blanquiazul. Y así lo dijo Espino.


Por la noche cambió todo cuando, en cadena nacional, Consulta Mitofski anunció la ventaja de cuatro puntos de la priista Ivonne Ortega, algo que sorprendió a los panistas, pues media hora antes esa encuestadora ponía arriba a Abreu por un punto.


Se quedaron quietos, porque Espino recibió un mensaje en su celular de un encuestador de confianza. El texto sólo decía: ‛Tiene razón Mitofski’.


‛Ese era nuestro referente’, cuenta. ‛No hubo nada que hacer. No nos interesaba el desorden electoral’. Al día siguiente el panista habló con Calderón para comentarle la estrategia que seguiría el partido, que incluía la defensa del triunfo en Mérida. También le recomendó hablar con la candidata ganadora y la lideresa del PRI, Beatriz Paredes.


No hubo, pues, elección de Estado. ‛No es el estilo del partido’, jura.


Por lo pronto, el análisis de la derrota apenas inicia, pero entre las pistas localizadas se encuentra la deficiente coordinación del PAN con el gobierno. El sistema que se utilizó en Yucatán no fue el óptimo, reconoce, y entre los errores incluye las giras de trabajo del Presidente de la República. ‛No es conveniente que vaya a hacer campaña a los estados’, subraya.


Es un tema del que el blanquiazul parece haber aprendido la lección. Después de la derrota en Yucatán, el PAN se plantea intensificar su trabajo en veinte de las principales ciudades del país, que tienen entre tres y cuatro distritos federales cada una, con el fin de conseguir la mayoría absoluta en el Congreso de la Unión en las elecciones intermedias de 2009.


Las ciudades en las que se aplicará la fuerza blanquiazul son Tijuana, Mexicali, Gómez Palacio, Durango, Ciudad Juárez, Xalapa, Tuxtla Gutiérrez, Puebla, Zamora, Zacatecas, Oaxaca y Culiacán, entre otras.


Ganar allí le permitirá aspirar a la conquista de tres o cuatro gubernaturas antes de terminar el sexenio. Los estados con posibilidades son —opina Espino— Sonora, Durango, Chihuahua, Sinaloa, Puebla y Quintana Roo. ‛El objetivo es acompañar a Calderón con la mayoría absoluta en el Congreso’, dice el dirigente, quien ubica allí el meollo de las diferencias de su partido con el Ejecutivo.


‛Sabemos que hay que apoyar al Presidente y los gobiernos panistas, y si no coincidimos, lo vamos a plantear’.


Y eso, recuerda Manuel Espino, no es pleito.

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