lunes, mayo 07, 2007

DEL HECHO AL DICHO

5 de mayo a la carta

Manuel de Santiago

LLa efeméride del 5 de mayo ha sido desde hace muchos años una fecha particularmente importante para los poblanos y todos los mexicanos. En la víspera, “los especialistas” se sueltan choros interminables acerca del acontecimiento histórico, pero desde el punto de vista anecdótico, porque eso es lo que “vende”, lo que logra interesar al infelizaje y no las reflexiones que pudieran hacerse en torno a la esencia de cualquier intervención extranjera en nuestro país. México es un país de una clase modesta, muy jodida... que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil (Emilio Azcárraga Milmo).

Este terreno de la comunicación masiva a través de la televisión y la radio principalmente, queda perfectamente abonado para que los políticos se apliquen, en una segunda tanda, a echarse unos “rollos mareadores” pletóricos de lugares comunes, adjetivos rimbombantes y gestos teatrales que son el pretexto ideal para mencionar situaciones actuales en las que ellos se equiparan a los héroes de tan buenos que son y del bien que le hacen al país. Si usted pone atención a las imágenes que se difunden de la tribuna donde se preside el desfile tradicional del 5 de mayo, vemos a los “invitados especiales” adoptar expresiones que pretenden ser solemnes –como si estuvieran estreñidos–, y sus gestos poco espontáneos revelan la absoluta sumisión al jerarca en turno. Esos personajes que integran las “fuerzas vivas” de la sociedad son el conjunto coral de la representación escénica. Los discursos tampoco contienen ideas profundas, son abstracciones sin sentido donde se mencionan virtudes cívicas sin relación alguna con lo fundamental de la recordación; la defensa de la patria es la protección de las familias, de los hogares, de las formas culturales propias, en resumen del pellejo. Muy probablemente si hoy se diera una situación parecida a la del 5 de mayo de 1862 (la batalla, para la historia científica, es sólo un acontecimiento militar) la mayoría de los políticos que hoy tenemos estarían en el bando conservador, congraciándose con los invasores, ayudándoles a reprimir al pueblo, incluyendo las policías y el Ejército profesional. ¡Díganme si voy mal... pa’ que me regrese!

Creo que el sentimiento patriótico, que no la ideología nacionalista en la que se escudan algunos políticos para defender a México como su solar privado, es trabajar en pro de la gente con nuestra labor diaria sin necesidad de heroicidades sublimes ni sacrificios martiriales, solamente cumpliendo cabal y honestamente con nuestro trabajo y nuestro deberes; que la conmemoración de esta fecha no sea un acto rutinario más del calendario cívico mexicano, sino la oportunidad para pensar un poco acerca de la globalización y las ambiciones desmedidas de las empresas trasnacionales, de la desigualdad del intercambio comercial y del abuso de unos cuantos hacia la sociedad. Si en 1862 y en el resto del periodo de la intervención extranjera en México los xochiapulcas y muchos mexicanos se “rompieron el queso” contra los franchutes y años antes contra los gringos, por qué ahora no mantenemos una posición respetuosa pero digna frente a los demás países, principalmente los poderosos. ¿Verdad que el 5 de mayo se puede servir a la carta y no solo al modo de los políticos?

Mensaje de sta semana