lunes, abril 30, 2007

Columnistas



Freaks

Un clásico de lo grotesco
Zeus Munive

zeusmunive@yahoo.com.mx


Ante el cadáver de un líder

Ayer, Francisco Fraile García fue víctima de lo que él siempre ha practicado con sus oponentes al interior de Acción Nacional: la humillación.
Paco Fraile soltó el bastón de mando que tantos años ha usufructuado en el PAN, y quedó desecho en la contienda interna donde se eligió la lista poblana de candidatos a consejeros nacionales. Fraile está relegado a un octavo lugar, mientras que Ángel Alonso Díaz Caneja obtuvo el primer lugar de las preferencias y demostró que él sí se mueve la estructura por todo el estado.
Paco Fraile tuvo que montarse a la estructura del PAN que dirige Rafael Micalco Méndez para lograr la octava posición, pues a él ya nadie lo sigue. Sólo sus analistas de cabecera —entre ellos Raymundo García García— y su secretaria Denise.
Fraile se quedó solo, para ser más claros.
Contó con un voto: el de él. Lo demás fue puesto por Rafael Micalco Méndez quien lo apoyó con la estructura.
Fraile ahora sí quedó hecho a un lado. Sintió lo que es la aplanadora panista.
Ni hablar, se le olvidó que una vez estando en la cúspide tiene que abandonar el barco, porque todo lo que sube tiene que bajar.
Atrás quedaron los años cuando sus seguidores le decían “Pastor”.
Ahora quedó como monaguillo de iglesia, pues corea y canta los salmos que le imponen sus líderes de El Yunque.
No es para menos, pues sus errores y su necesidad de siempre vivir de la política, ya sea como regidor, como presidente del PAN, como diputado local o federal o hasta como senador, lo han llevado a perder credibilidad dentro de su partido.
El ser candidato pluri a todo lo ha puesto en mal.
Fraile ha cometido el error al pensar que sólo él puede ganar en su partido, y desde el 2004 a la fecha contrató a una serie de corifeos que sólo lo han adulado con sus erróneas decisiones. Gritando a los cuatro vientos que él ha sacado los resultados más altos para su partido en una elección estatal, pero se le olvidó que los segundos lugares siempre son olvidados.
Sólo son referentes históricos.
Fraile cavó su propia tumba desde hace tres años cuando compitió en la elección para la gubernatura y se enfrentó contra el grupo más fuerte al interior de Acción Nacional, el de Ángel Alonso Díaz Caneja, quien en otro momento trabajó durísimo a su lado, pero la soberbia de Fraile hizo a un lado a Ángel Alonso.
Hoy Fraile es víctima de sus propias acciones, y seguramente este día negará que perdió y —como Mario Marín en otros tiempos— asegurará que fue su partido, pues ya estaba planeado que llegara al octavo lugar.
No es extraño que trate de salir con esa explicación que a todas luces parecería absurda.
Independientemente de ello, la elección de ayer fue una lucha entre la estructura panista liderada por Rafael Micalco y por el grupo que comanda a nivel estatal, Ángel Alonso Díaz Caneja.
El senador panista logró imponerse con Roberto Grajales en los primeros cuatro lugares. Leonor Popócatl con el apoyo de Rafael Micalco obtuvo un segundo lugar.
Y esta contienda interna fue la venganza de Ángel Alonso, pues el año pasado, cuando se renovó a la dirigencia estatal del PAN, los fieles seguidores de la línea panista dieron un revés a Ángel Alonso al aplastar a Roberto Grajales Espina y al llamado grupo “pantano” —bautizado así por Alejandro Mondragón, y por el impulsor de la derecha poblana, el Caimán Ramírez.
Ángel demostró que el interior del estado es un fuerte bastión de sus seguidores, aunque la estructura estatal del PAN, esa que dicen que “el que obedece no se equivoca”, logró imponer a: Pablo Rodríguez Regordosa, en quinto lugar; a Enrique Guevara Montiel, en séptimo; Francisco Fraile García, en octavo.
Humberto Aguilar, en cambio, en alianza con la estructura panista logró imponerse en cuarto lugar como consejero nacional y dos de sus seguidores: Juan Carlos Espina Von Roehrich en sexto lugar de la lista de candidatos a consejeros nacionales y a José Antonio Díaz García en el noveno.
En el caso de Ana Teresa Aranda, los panistas, para variar, la trataron de hacer a un lado, empero, pese a enfrentar a la línea en su contra logró entrar a un décimo lugar y con ella llegó Guadalupe Hinojosa en un quinceavo.
En esta contienda se impuso Ángel Alonso. Auque la estructura panista, dirigida por Micalco, logró colar a más contendientes internos.
Lo que viene es la elección del candidato a la presidencia municipal de Puebla —el próximo 1 de julio— y ahí la contienda se cerró en dos corrientes: la estructura panista con Antonio Sánchez Díaz de Rivera contra Ana Teresa Aranda, quien va enfrentando día a día a la línea para convencerlos de que ella es la única que asegura el triunfo.
Por cierto, el Gobierno del estado le tiene echado el ojo a Toño Sánchez, pues saben que él puede perder la elección constitucional o, como lo planteó Mario Alberto Mejía en su “Quintacolumna” de la semana pasada, esa elección ya está negociada entre la ultraderecha y el Gobierno estatal. En ambos casos hay algo que concuerda: el Gobierno del estado le tiene echado el ojo a Sánchez Díaz de Rivera.
Obviamente la gente cercana a Toño Sánchez rechaza que la ultraderecha haya negociado con el Gobierno, pero eso es lo de menos, pues la administración estatal busca a como dé lugar apoyar a Sánchez Díaz de Rivera.
Sólo así se entienden las denuncias malhechas contra el panista y la intención de subirlo al ring y a la palestra, para hacerlo conocido, y posteriormente hundirlo en los comicios estatales.
Es algo así como ponerle cebo al animal para luego matarlo.
Primero te consiento y luego te cocino.
En fin, eso es lo que se maneja desde el Gobierno del estado.

Breves historias del sol azteca
Después de la madriza que sostuvieron líderes municipales perredistas con los seguidores de Luis Miguel Barbosa, el anterior sábado, sólo queda claro algo: que Luis Miguel Barbosa es el verdadero y auténtico líder de ese partido en Puebla.
Lo demás es lo de menos.
Para la alcaldía de Puebla los seguidores de Nueva Izquierda apuntalarán a Arturo Achard, aquel que renunció al PRI y a todo lo que apestara a él, después de haberse enfrentado con Melquiades Morales Flores en el sexenio pasado.
Además, que en términos reales no existirá ninguna alianza del PRD con el PRI y menos, dicen los de Nueva Izquierda, con el PRI de Marín, pues varias veces se han sentado con Roberto Ruiz Esparza y se han dado cuenta de que no alcanzarán nada bueno.
Ah, este grupo interno pretende impulsar por San Andrés Cholula a un personaje de apellido Azcona, quien aseguran le dará una buena batalla a priistas y panistas de esa zona.
Ya para finalizar, se espera que el próximo fin de semana Jesús Ortega, líder nacional de esa corriente, esté en Puebla, visite el renovado palenque de la Feria poblana para ver a Vicente Fernández y de paso acuda a los toros a El Relicario.

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